
Cada día nos bombardean con distracciones que pueden disminuir nuestra productividad sin darnos cuenta. La acumulación de estas pequeñas acciones puede tener un impacto significativo en nuestro trabajo y en nuestra vida cotidiana. En este artículo, hablaremos de algunas de las pequeñas acciones que pueden disminuir significativamente nuestra productividad a lo largo del día y como podemos trabajar en ellas.
Revisar constantemente el correo electrónico y las redes sociales
El constante chequeo del correo electrónico y las redes sociales puede ser una gran distracción y un verdadero agujero negro para nuestra productividad. Cada vez que nos detenemos para leer un correo electrónico o deslizamos la pantalla para ver las actualizaciones de las redes sociales, perdemos un tiempo valioso y nos sacamos de nuestro flujo de trabajo. En lugar de esto, es recomendable establecer intervalos designados para revisar y responder correos electrónicos y limitar el tiempo que pasamos en las redes sociales. Esto nos permitirá mantenernos enfocados en nuestras tareas importantes y evitar las distracciones innecesarias.
No establecer límites claros
La falta de límites claros puede afectar nuestra productividad sin que nos demos cuenta. Si no definimos límites en nuestras interacciones con los demás, podemos encontrarnos constantemente involucrados en reuniones o conversaciones improductivas que consumen nuestro tiempo. Es importante establecer límites y aprender a decir “no” cuando sea necesario. Esto nos permitirá proteger nuestro tiempo y dedicarlo a tareas que realmente requieren nuestra atención.
Por otro lado, también debemos establecer límites en cuanto a la cantidad de tareas que aceptamos. A menudo nos sentimos presionados para complacer a los demás, impresionar a nuestros superiores o simplemente no queremos decir “no”. Sin embargo, cuando nos comprometemos con más tareas de las que podemos manejar, corremos el riesgo de dispersar nuestra atención y no poder completar ninguna de ellas de manera adecuada y oportuna.
Empezar el día sin un plan
Empezar el día sin un plan puede hacer que te sientas abrumado e improductivo. En lugar de eso, dedica unos minutos cada mañana a planificar tus objetivos del día. De este modo, puedes priorizar tus tareas y mantenerte organizado. También puede darte una sensación de logro al completar cada tarea de tu lista. Utiliza nuestros cuadernos para esto, con nuestros cuadernos diarios o semanales, podrás estar organizado en todo momento, planificar tus tareas, objetivos, hábitos y logros para una visión integral hacia el crecimiento en tu día a día

Multitarea
Cuando tenemos varias tareas que realizar, puede ser tentador intentar hacerlas todas al mismo tiempo. Sin embargo, los estudios han demostrado que la multitarea puede disminuir la productividad hasta un 40%. En su lugar, asigna un tiempo a cada tarea y céntrate en completar una tarea cada vez. De este modo, podrás prestar toda tu atención a cada tarea y completarlas con mayor eficacia.
No tener un espacio de trabajo organizado
El desorden en nuestro espacio de trabajo puede ser un obstáculo para nuestra productividad sin que nos demos cuenta. Un entorno desorganizado puede generar distracciones y dificultar la búsqueda de lo que necesitamos. Tomarse el tiempo para organizar nuestro escritorio, archivar documentos de manera adecuada y mantener un espacio de trabajo limpio y ordenado puede ayudarnos a ser más eficientes y a ahorrar tiempo en el largo plazo.
No establecer pausas regulares
Puede parecer contradictorio, pero tomar pequeñas pausas regulares realmente puede mejorar nuestra productividad. Si nos sentamos durante horas sin tomar descansos, nuestra energía y concentración disminuirán gradualmente. Establecer pausas cortas cada hora nos permite rejuvenecer y recargar nuestra energía, lo que a su vez nos ayuda a mantenernos enfocados y ser más productivos en general.
No dormir lo suficiente
Dormir es fundamental para nuestra salud y bienestar generales. No dormir lo suficiente puede provocar una disminución de la productividad, cambios de humor y problemas de salud en general. Intenta dormir al menos 7-8 horas cada noche para estar bien descansado y preparado para afrontar el día que tienes por delante.
La procrastinación
La procrastinación es un importante asesino de la productividad. Cuando posponemos las tareas, podemos sentirnos abrumados y estresados. En lugar de eso, intenta abordar las tareas lo antes posible. Dividir las tareas en partes más pequeñas y manejables puede ayudar a hacerlas más llevaderas y evitar la procrastinación. En este artículo hablamos un poco más sobre ella.
En conclusión, todos tenemos pequeños hábitos que pueden afectar a nuestra productividad sin darnos cuenta. Si somos conscientes de estos hábitos y trabajamos en ellos, podremos alcanzar nuestros objetivos y sentirnos realizados. Es importante recordar que incluso pequeños cambios en nuestra rutina diaria pueden conducirnos a una vida más productiva y plena. Centrémonos en lo que es importante, fijémonos pequeñas metas y establezcamos hábitos saludables que nos permitan conciliar el sueño por la noche sabiendo que hemos aprovechado el día al máximo.
