Agenda diaria sin fechas
Instrucciones paso a paso
Si has llegado hasta aquí es porque quieres que algo cambie en tu vida. ¿Cómo una agenda puede incrementar exponencialmente tu productividad, ayudarte a implementar nuevos hábitos y alcanzar todos tus objetivos?. Todo es posible gracias al sistema de organización o método E-P-A-R:
Evaluar-Planificar-Actuar-Revisar
Paso 1. Evaluar
El primer paso para cualquier cambio es conocer de antemano aquellos aspectos de tu vida que necesitas mejorar.
La rueda de gigantes es una herramienta muy eficaz para evaluar tu estado inicial y saber dónde poner el foco.
El funcionamiento es muy sencillo, debes valorar de 0 a 10 cada una de las áreas presentes en la rueda y posteriormente colorearlas desde el centro hasta la puntuación asignada. Para ello basta con hacerte diferentes preguntas sobre cada uno de las áreas a tratar y así valorar numéricamente como de satisfecho te encuentras en cada una de ellas.
El secreto está en ser honesto contigo mismo. De esta manera obtendrás una radiografía muy precisa de tu estado actual, siendo así capaz de detectar aquellos aspectos en los que necesitas mejorar. ¿Has encontrado equilibrio entre las distintas áreas de tu vida para que así la rueda gire?.
Al final del cuaderno volverás a realizar la rueda de gigantes. Esto te servirá para ver con mayor precisión en qué áreas has evolucionado más y así valorar cómo seguir mejorando para alcanzar el éxito personal.

Paso 2. Planificar
Grandes objetivos:
Los ocho gigantes hacen referencia a los ocho aspectos de tu vida evaluados previamente. Una vez que conocemos qué mejorar, ahora nos toca plantearnos cómo mejorarlos. Estos ocho gigantes son grandes objetivos anuales, por lo que piensa a medio plazo para poder ponerte a trabajar en ellos cuanto antes.

Línea de tiempo:
Cualquier objetivo o tarea que necesitemos realizar nos ocupará exactamente el tiempo que asignemos para realizarla (Ley de Parkinson). Un objetivo se puede alargar hasta el infinito si no asignamos una fecha límite para terminarlo.
Si quieres dejar de procrastinar, es importante utilizar la línea de tiempo y asignar fechas límites tanto a nuestros grandes objetivos como a las tareas de cada día. Así predisponemos a la mente a terminar la tarea con éxito cuando debe estar terminada.
Afirmaciones positivas:
Todas las personas del mundo hablamos con nosotros mismos (diálogo interno). El problema viene cuando la gran mayoría de este diálogo es negativo, por lo que es importante reforzarlo con mensajes positivos para poder vivir en un estado de abundancia y no de escasez. Las afirmaciones positivas ejercen una gran influencia en el subconsciente, por lo que deberían incluirse como un hábito diario. Escribe aquí frases sencillas o citas famosas que te inspiran, y repítelas cada día para reprogramar tu subconsciente.

Hábitos/Rituales:
Los seres humanos somos animales de hábitos, lo cual nos hace especialmente predecibles en nuestros actos cotidianos. El poder que ejercen estos hábitos sobre nuestras vidas tiene un profundo impacto en nuestra salud, productividad, felicidad o finanzas. El hábito surge por la necesidad del cerebro de ahorrar energía, y por eso es tan poderoso cuando se instaura.
Somos nuestros hábitos, céntrate en instaurar hábitos positivos y saludables en tu día a día y tu vida mejorará significativamente.
Si quieres cambiar tu vida, cambia tus hábitos.
Paso 3. Planificar-Actuar-Revisar
Revisión mensual
Usaremos el calendario clásico sin fechas para anotar todos aquellos acontecimientos o citas importantes que no pueden ser olvidadas. Al no tener fechas, nosotros escribiremos el mes, año y los días según corresponda para cada mes. De ésta manera podremos empezar a utilizar el cuaderno en Marzo y no perder ni una sola página del mismo.
Igualmente, encontrarás en cada casilla un círculo destinado al seguimiento de aquellos hábitos o retos que queremos desarrollar cada mes. Cada día que cumplas con el hábito, marcarás la casilla correspondiente y así te será más sencillo su implementación en tu día a día (nunca querrás ver un tachón en tu casilla de hábitos).

Hábitos:
Escribe aquellos hábitos o retos que quieras instaurar para este mes. Por su complejidad, no es recomendable comprometerse con más de uno o dos a la vez.
Evitar:
Anota aquellas distracciones que te alejan de tus objetivos. Pueden ser cosas, momentos o incluso personas que afecten negativamente en tu vida.
Objetivos:
Incluye aquí cuales son los objetivos principales del mes, para que son necesarios y que harás al respecto. Estos son aquellas cosas que te acercan a tus metas.
Logros:
Al final de cada mes escribe cuales han sido tus logros, que has aprendido de ellos y como mejorar para el futuro.
Revisión semanal
Escribe el día de la semana, mes al que corresponde y año en tu sección semanal.
Objetivos principales:
Empezamos la semana escribiendo nuestros objetivos principales. Estos van a ser aquellas tareas que van a crear un mayor impacto o acercamiento a nuestros objetivos mensuales. Del mismo modo contamos con una línea de tiempo para poder poner fecha límite a la realización de nuestras metas y así no se extiendan hasta el infinito. También podemos especificar hora y día de la semana cuando se vaya a producir cualquier evento previsto.

Proyectos:
Identifica cuáles son tus proyectos semanales más importantes y subdivídelos en tareas más pequeñas. De esta manera podrás gestionar mejor tu tiempo sin sentirte agobiado por la cantidad de cosas por hacer. Estas “mini tareas” serán tus objetivos principales en la sección diaria.
Revisión de gigantes:
Los ocho gigantes o grandes objetivos evolucionan constantemente del mismo modo que tú o tu vida evolucionáis. Por eso es tan importante revisarlos cada cierto tiempo y descubrir si siguen teniendo significado para ti. De no ser así es importante eliminarlos e incluir aquellos nuevos objetivos que sí le darán sentido a tus acciones.
Haciendo esta revisión de gigantes, obtendrás una visión general del punto en el que te encuentras y qué te falta para alcanzar tus metas.
Revisión semanal:
Al final de cada semana, dedica un poco de tiempo a anotar cuáles han sido tus logros más significativos. Tomar consciencia del trabajo bien hecho nos anima a seguir hacia adelante en la búsqueda de nuestros objetivos.
Del mismo modo, plantea formas diferentes de mejorar para la semana siguiente. Es importante tener esta mentalidad de “abundancia” y querer hacer las cosas un poquito mejor de cómo ya las hemos hecho. Busca siempre ser la mejor versión de ti mismo, y esto está en cómo haces las cosas cada día. Siempre mejor.
Revisión diaria
Prioridades del día:
Hemos llegado al último paso, pero no por ello el menos importante. Esta ficha diaria tiene como principal elemento identificar cuáles son las 3 o 4 tareas del día que nos van a acercar más a nuestros objetivos. Éstas van a ser las prioridades diarias, las cuales se diferencia de una lista de tareas tradicional en que éstas últimas no tienen orden de importancia, carecen de contexto y no especifican cuando se deben de realizar. Por lo tanto, incluir más de 3 o 4 prioridades diarias es irreal y puede llegar a ser frustrante al no ser capaces de terminarlas todas. De ahí que nos centremos exclusivamente en desarrollar 3 o 4 prioridades cada día.

Es igualmente importante saber qué debemos hacer con cada una de estas tareas prioritarias y cuánto tiempo le vamos a dedicar a cada una de ellas para terminarlas. Para solucionar esto, encontramos una nueva columna de “acciones” donde podremos marcar cada tarea como:
- Importante (hacerla).
- Aplazar (si es que no tenemos tiempo).
- Delegar (si no nos gusta hacerla o preferimos focalizar en otra).
- Eliminar (si a lo largo del día la vemos innecesaria o irrelevante).
Agradecer:
Concéntrate en la abundancia que hay en tu vida, y no en las carencias. Cuando expresas gratitud, tus pensamientos y emociones son positivos y esto atraerá más energía positiva a tu vida.
Desarrollo personal:
Anota en este recuadro todas aquellas actividades que te ayudan a ser la mejor versión de ti mismo.
Salud:
Dedica unos minutos al día a planificar aquello que te ayude a mejorar tu salud mediante el ejercicio físico, la alimentación y el descanso. Planifica tus entrenamientos, las comidas que vas a realizar a lo largo del día y un descanso de calidad.
Lista de tareas:
Anota en este recuadro aquellas tareas menos importantes. Aquellas que si no se realizasen a lo largo del día no tendrían importancia puesto que son secundarias en cuanto a relevancia.
En cualquier caso, es igualmente necesario tomar acción sobre ellas y determinar un tiempo límite para su realización.
Plan diario: Organiza tus tareas de manera ordenada siguiendo la línea de tiempo del plan diario. De ésta manera nunca te olvidarás de una cita o reunión importante.
Además, este plan diario te servirá para entender qué tareas te consumen más o menos tiempo en desarrollar y así saber donde tienes que emplearlo mejor.